16-17 de marzo 2019
La Asociación de Cooperadores en Cataluña, organizó una salida de dos días a Pallerols y Andorra para visitar los lugares más destacados en los que estuvo San Josemaria Escrivà durante el paso de los Pirineos, en 1937, en plena guerra civil.
Sábado día 16 salimos de Barcelona y llegamos a San Julià de Lòria (Andorra) donde nos esperaba Jordi Pifarré -erudito investigador de esta etapa de la vida de San Josemaria- que nos guió y acompañó durante todo el recorrido por los lugares donde se alojaron San Josemaria y sus acompañantes. Por unas horas pudimos “sentir” con la distancia de los años transcurridos las angustias de aquellas personas que huían de una cruel guerra civil para llegar a una zona libre de persecuciones y poder seguir con su tarea.
A San Julià visitamos la iglesia de la población que cuenta con un bajorrelieve de San Josemaria en una de las capillas; aprovechamos para rezar unos minutos y encomendarnos a la Virgen María de Canòlich, patrona de San Julià.
Después emprendimos el ascenso por una tortuosa carretera hacia Mas de Alins, lugar por donde cruzaron la frontera andorrana la madrugada del 2 de diciembre de 1937 hasta llegar a la iglesia parroquial de San Julià de Lòria. A un lado de camino hay una capillita de la Virgen de Canòlich que nos acogió para rezar el Ángelus.
Por la tarde proseguimos la jornada con un rato de tiempo libre para pasear por Andorra la Vella y después retomamos la ruta y visitamos los lugares de Andorra la Vella y Les Escaldes-Engordany por donde pasó San Josemaria. Al atardecer asistimos a la Misa vespertina en la Iglesia parroquial de Les Escaldes.
El domingo día 17 salimos del hotel a primera hora y nos dirigiremos a Peramola, en la provincia de Lleida, para visitar el Pajar donde durmió una noche San Josemaria y sus acompañantes y emprendimos viaje a Pallerols. Visitamos los espacios rehabilitados dónde gracias a las explicaciones de Ramon Camats nos hicimos una idea de las fuertes vivencias que tuvieron lugar durante las horas que pasó San Josemaria con el resto de colaboradores en aquellas duras circunstancias.
A las 12 asistimos a Misa en la iglesia parroquial de San Esteve de Pallerols y al acabar fuimos hasta una barraca donde se habían escondido los fugitivos durante unos días y que San Josemaría bautizó con el nombre de Cabaña de San Rafael, en honor al el Arcángel patrón de la Obra y de los caminantes y que ahora ha sido restaurada.
A mediodía nos dirigimos a Oliana donde comimos y seguidamente a media tarde emprendimos el viaje de vuelta en Barcelona. Alguien destacó la importancia del trabajo realizado por voluntarios del Patronato de Pallerols que siguen trabajando para recuperar estos espacios y caminos forestales que con el paso del tiempo y el abandono no estarían en condiciones de ser visitados.
Fue entrañable el ambiente de agradecimiento vivido dado que muchas personas no se conocían entre ellas pero vieron que su colaboración como cooperadores forma parte de una tarea muy importante que sigue adelante gracias a tantas y tantas buenas acciones.